ESA IMPUNTUALIDAD
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- Category: Letteratura
- Published on Sunday, 10 April 2016 02:14
- Written by Inés Beatriz Glerean
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ESA IMPUNTUALIDAD
Cuento de Inés Beatriz Glerean
Pedro, era un hombre con sueños y deseos todavía sin realizar, con un camino inconcluso a pesar de que la nieve plateaba sus cabellos.
Él estaba siempre dispuesto con quienes lo necesitaban. Con una solidaridad única, sobre todo con sus amigos con los que, prácticamente, convivía. Y quienes lo querían considerablemente. Por su bonhomía y afinidad compartida pero había algo que lo diferenciaba del resto: su impuntualidad. Ese era tema constante de conversación. En ocasiones se reían, en otras Pedro tenía que soportar algún improperio amigable. Ellos no se acostumbraban del todo a la informalidad propia de su persona. Sus sentimientos superaban cualquier defecto. Él se adaptaba a esos amigos jóvenes con los que se reunía siempre en algún cumpleaños o, simplemente, para disfrutar acompañados de gratos momentos. En las buenas y en las malas. Con alegría, con penas; siempre juntos. Hasta vacacionaban buscando nuevos rumbos por lugares inhóspitos, gustos con los que coincidían plenamente.
Sesto Secondo Turno (fotograma del video de Pier Carlo Crespi, 2013 - https://youtu.be/o3LkrisyMbY)
Y así pasaron los años pendientes los unos de los otros. Sorteando obstáculos hermanados con la seguridad de que nada los podría separar. Así lo esperaban siempre sabiendo que, tarde, pero él llegaría. A veces le hacían triquiñuelas, le decían «Nos encontramos a las diez horas» por supuesto dos horas antes de lo previsto, pero él se las ingeniaba para llegar siempre más tarde… la cosa era que sin Pedro faltaba una parte de ellos. Inclusive el día de su cumpleaños llegada las doce de la noche tuvieron que brindar sin él. Una hora más tarde llegó Pedro justificándose.
Así siguieron con la alegría de siempre.
Un día, por razones de la vida, Pedro se fue… sin decir nada… partió… ellos lo esperaron… claro, en vano. Pero tuvieron que seguir así con la angustia y el desconsuelo por su ausencia.
Pasó el tiempo… y un día, María expresó –Pedro es tan impuntual que no volvió más… pero eternamente estará entre nosotros.